Mis Mensajes al Mundo
El dinero de papel y dinero fiduciario son la verdadera marca de la bestia del Apocalipsis. Quien haya aceptado esta forma de dinero ya tiene la marca de la bestia y ya está condenado y ya está bajo una maldición. La única manera de levantar la maldición y la condenación de la marca de la bestia es renunciar al dinero fiduciario de una vez por todas. En estos próximos 2 años, el sistema financiero mundial se colapsará, y todas los dineros fiduciarios entrarán en un estado de hiperinflación, y arrastrará consigo a todos los que dependían del dinero para vivir. Los estantes de los mercados quedarán vacíos y habrá disturbios mundial y saqueos mundial y hambruna mundial y ruina financiera mundial. Es por eso que les he aconsejado a todos que se abastezcan de comida, agua y necesidades y que se deshagan de todo el dinero, para que ya no tengan la marca de la bestia y ya no dependan del dinero y tampoco se vean afectados cuando se colapse. Pero la mayoría de ustedes se han negado a escuchar y obedecer, incluso muchos de ustedes que son creyentes, y todavía buscan y se aferran a su dinero, sin darse cuenta de que es una maldición, condenación y ruina sobre su propia cabeza. En estos próximos 2 años, a medida que la economía mundial colapsa, muchos se desesperarán cuando todas las puertas de oportunidad se cierren a su alrededor, y se queden sin comida y pasen hambre. Buscarán trabajo y no lo encontrarán. Buscarán comida y no la encontrarán. Habrá corridas bancarias y los bancos cerrarán. No podrán acceder al dinero de sus cuentas bancarias. El dinero de papel que tengan en sus billeteras perderá valor rápidamente y todos los precios a su alrededor subirán astronómicamente. Y el dinero de papel será tirado a las calles como basura, porque perderá su valor. Y estarán en llanto en su desesperación y miseria. Y no se les dará ninguna ayuda, excepto el conocimiento de que deben quemar todo su dinero y obedecer todos los mandamientos de la Toráh, o sufrir y ser destruidos al regreso de Yeshua como se lo merecen. Sin embargo, la mayoría seguirá negándose a dejar su dinero incluso cuando se hiperinfle y haya colapso financiero mundial. Y, día tras día, será cada vez más difícil creer y obedecer.