Mis Mensajes al Mundo
Dios quiere obediencia a sus mandamientos, que se encuentran en la Toráh de Moisés. Moisés escribió los mandamientos de Dios en lo que hoy llamamos la “Toráh”, según lo que escuchó de la boca de Dios en el Monte Sinaí. Estos mandamientos vinieron con manifestaciones de poder, que demuestran claramente que estos mandamientos verdaderamente vinieron de Dios. No mates, no robes, no cometas adulterio, son todos ejemplos de mandamientos escritos en la Toráh. Casi todos tienen una copia de la Toráh en sus biblias en su propio idioma traducido, ya que la Toráh son los primeros cinco libros de la Biblia. Los mandamientos de Dios ponen la base sobre cómo tenemos que actuar unos con otros y con Dios. La Toráh esencialmente nos enseña cómo amarnos unos a otros y cómo amar a Dios. También es una ley muy estricta, y quien la desobedezca merece morir. Dios quiere que tengamos éxito, crezcamos, nos multipliquemos, exploremos, disfrutemos la vida y tengamos placer, pero dentro de los parámetros establecidos en su Toráh. Pero cuando robamos, asesinamos, engañamos a nuestros cónyuges o quebrantamos cualquiera de los mandamientos que se encuentran en la Toráh de Moisés, entonces viene la ira y la destrucción de Dios, por traer desorden y desarmonía en su creación. Esta es su creación, e incluso nuestros cuerpos le pertenecen a él. Por eso tenemos que obedecer lo que Dios manda, si deseamos seguir existiendo en su creación. Es por esto que Dios ha designado tanta ira contra la humanidad en 4 años en el año 6.000, trayendo hambre y plagas y destrucción y muerte al mundo, porque toda la humanidad ha desechado los mandamientos de Dios escritos en la Toráh.